Queridos variopintos
caballeros y damas, hoy es un día de
esos odiosos, cansinos y abrumadores. Sweet Abbey está en la fase de “todo
lo que hay a mí alrededor me da igual salvo mi sillón o cama”. Sí, como lo leéis,
y encima para colmo nada más llegar a su “hogar dulce hogar” ha ido a su
cuarto, se ha puesto una de esas camisas gigantes
que se pueden llamar casi vestido, ha cogido un bote de Nocilla y, con eso únicamente, ha
comenzado a ahogar sus penas. Pero claro, está tan deprimida que no atina a comer y se mancha todo lo que
se encuentre al paso de la cuchara. Esto unido con está finalizando los exámenes
y ha dejado un poco por la mano su apariencia, parece que Sweet Abbey es una de esas mendigas
de la calle. Si uno no tiene cuidado, la vota a la cubo de la basura pensando,
efectivamente, que es un desecho. Un comentario de su adorada admiradora, “Sweet Abbey relájate,
toma un poco de aire y por favor, ¡péinate esos pelos!” ¿Habéis tenido un día
así mis adorados lectores? (♥)
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