Queridos variopintos
caballeros y damas, hoy Sweet Abbey ha tenido un día un poco…
como decirlo… ¿de perros? ¿Os ha pasado alguna vez que os despertáis por la
mañana y decís “sí, hoy será un gran día, lo noto” y a continuación no para de
suceder una serie de catastróficas desdichas? Pues Sweet Abbey hoy tiene un día de esos. No hizo más que levantarse y
a la pobre no le pasó nada bueno para que le sucediera algo peor. Para ella
quizás el suceso que hoy ha sido más trascendental, es que no podrá
viajar a Escocia como tanto anhelaba. El viaje iba a ser de tres semanas e iba
a ser perfecto, pero por una serie de sucesos en los cuales la diosa de la
fortuna no le ha sonreído en absoluto. Otro suceso (este quizás más curioso que
desconsolado) fue que Sweet Abbey,
después de mucho tiempo acudió al cine. Para ella el cine es sinónimo de
gastos, pero esta vez prometía porque parecía (y lo fue) una película muy buena
y con un argumento diferente (Un lugar
para soñar), pero sucedió que, una persona de la nefasta compañía con la
que fue, se puso a hablar a voz en grito dentro de la sala. Hacía comentarios
indebidos en momentos improcedentes. La gente no paraba de mirar hacia donde estábamos
nosotros. La verdad que fue curioso a la par de vergonzoso dicha escena, porque
los comentarios eran bastante depravados. Espero que nunca tengáis un día así
como el de Sweet Abbey. Ella quiere
que vuestros días sean magníficos, y yo también (♥).
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