Queridos variopintos caballeros y damas, ¿alguna vez habéis presenciado la fuerza del amor en vuestros propios brazos? Si es así habéis tenido suerte. Sweet Abbey también la ha tenido. Ha tenido la suerte de encontrar a un hombretón de esos por los que segregas esa sustancia viscosa por la boca y podrías llenar un barril entero. Pero la suerte no acaba ahí, cada vez que sucede algo importante (ya sea bueno o malo), ese imponente varón recrea su inmenso poder haciéndola sonreír a todas horas y haciendo que su hormona oxitocina llegue a reproducirse hasta límites insospechados. Queridos variopintos caballeros y damas, como es Navidad, si no habéis tenido suerte en estos temas, Sweet Abbey os regalará un poquito de esa hormona. (♥)
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